A ojos cerrados romperá esquemas

Hernán Jiménez produce su primer largometraje en condiciones poco tradicionales

Amy Ross

Luego de haberse destacado por sus monólogos, surgido como pionero en el género de Stand-up Comedy (Comedia en vivo) y consolidado como productor de cortometrajes y director nacional de La Media Docena, Hernán Jiménez ha reunido el conocimiento y la confianza suficiente para iniciar un proyecto de otra magnitud. Está produciendo su primer largometraje A ojos cerrados en condiciones poco tradicionales.

Jiménez ha saltado por el mundo en persecución de su pasión: el cine y el teatro. Inició su preparación en la American Academy of Dramatic Arts en Nueva York y posteriormente ingresó a la Escuela Nacional de Teatro de Canada. Se reinstaló definitivamente en Costa Rica en el 2004, y lo hizo con estilo, obteniendo cuatro premios en la XII Muestra de Cine y Video Costarricense con la producción "Doble llave y cadenas".

Es un personaje multifacético: actor, director, productor, guionista, y aprendió a serlos todos a la vez. Más que otra cosa, Doble Llave Producciones es un nombre jurídico; un proyecto unipersonal sin suficientes recursos siquiera para alquilar un local.

─¿Cómo le está yendo con el largometraje A ojos cerrados?

─Los protagonistas son una pareja de viejitos y entonces imaginate lo que eso implica en sí. No hay en Costa Rica actores de esa edad, primero. Segundo, ya de por sí no me gustaría que fueran actores.

─¿Por qué?

─Hay una naturalidad tan maravillosa de alguien que no sabe muy bien lo que está haciendo y que simplemente lo siente y lo vive y lo hace sin pensarlo mucho, sin contemplaciones profesionales por medio.

─¿En qué punto de la producción está largometraje? Me imagino que es un proyecto a largo plazo por la cantidad de trabajo que requiere.

--Sí, yo no nunca quise que fuera así--a largo plazo, pero nunca había encontrado tanta resistencia a hacer algo. Yo creo que es que, más que ningún otro proyecto, me asusta mucho. Es muy importante para mí. Es y va a ser, por el resto de mi vida, mi primera película y además, creo que la estoy haciendo de una manera que tal vez rompe con la tradición de cómo se hacen películas, por hacerla con el dinero que la voy a hacer, por el equipo con el que la voy a hacer y por la gente con la que la voy a hacer.

─¿Cómo ha financiado todo el equipo que está usando actualmente?

─El primer monólogo que hice se llamaba Hablando se entiende la gente y con ese me fue muy bien. Como las partes de la comedia funcionaron, me animé a hacer Al derecho y al revés que económicamente era muy lucrativo. Fue con lo que produjo Al derecho y al revés que pude hacer una nueva compra de equipo más profesional para poder seguir haciendo y produciendo cortos y para hacer el largometraje que, según yo, llevo ya siglos tratando.

"Es un privilegio que una producción de teatro te dé no sólo para vivir, sino para financiar otras cosas. Pero así es como poco a poco he ido renovando el equipo. El anterior fue simplemente un tarjetazo descomunal que llevo seis años pagando y ese equipo ya básicamente tuve que relegarlo al fondo de mi closet".

─En Hablando se entiende la gente, usted interpreta 6 personajes diferentes. ¿Cuál se parece más a Hernán Jiménez?

─¡Uy! Eso es una pregunta muy comprometedora porque en ese monólogo hay personajes que a la gente le cae muy mal. Es decir, estoy lejos de ser un mensajero, de ser un guarda de un mini-super, lejos de ser un presentador de tele tan amargado y tan viejo etc. Sin duda diría que me parezco más al personaje del sillón y el personaje de la gorra. Por eso te digo que es una pregunta tan comprometedora. Porque el de la gorra a la gente le parece un hijueputa, (sonríe) pero sí se parece mucho a mí. Y el del sillón les parece un pedante pretencioso. Quizás es en él que se encuentra principal crítica que se le hace a esa obra--que el mae habla demasiada mierda. Sin embargo te mentiría si te dijera que esas no son cosas que yo he pensado.

─¿Qué es lo que más le gusta de poder actuar en vivo?

─Vieras que es muy raro. . .no sé. Yo creo que los actores tenemos una vara un poco enferma, realmente. Debe de haber ahí unos rollos psicológicos. ¿Qué es lo que llena? Di pues, supongo que estar parado en un escenario y saber que tenés, si lo lográs, saber que tenés un control manipulativo sobre un grupo tan grande de gente. Sobre todo cuando es comedia y el público te está dando una respuesta tan auditiva. Es como tener una aprobación inmediata de tu trabajo y que justamente es lo que lo hace tan difícil cuando no funciona y se convierte en una pequeña pesadilla.

─¿Y le ha pasado?

─Sí, claro. Ahora en diciembre hice muchas presentaciones privadas para compañías y fiestas de navidad. Ahí sí, lo hice porque pagaba muy bien y como te digo, con eso quiero financiar otras cosas. Pero realmente las experiencias más humillantes que he vivido en toda mi vida, las pasé este diciembre con este mismo espectáculo.

─He disfrutado de su capacidad para hacer a la gente reír. ¿Usted cree que el comediante nace o se hace?

─Yo creo que se trae. Yo recuerdo desde que estaba en la escuela que era uno de los dos o tres payasos de la clase. Desde que era muy, muy güila, ese ha sido mi rol social y familiar.

─¿Qué prefiere hacer, el drama o la comedia?

─A veces digo "no hay otra sensación en el mundo como hacer comedia en vivo". Pero tengo mis dudas porque creo que sería lindo algún día hacer una película con todas las de ley y ver qué sensaciones produce llenar un cine con personas viendo tu trabajo y eso es algo que yo nunca he experimentado. No es justo juzgar la otra porque no la he vivido.

─Has dicho que volviste a Costa Rica porque no te quedó más remedio. ¿Adónde quisieras estar?

─Depende. Tendría que ir en conjuntó en qué lugar y haciendo qué. Estoy acá, y me frustra mucho la ciudad, pero la gente y el mundo cultural han sido generosísimos conmigo y con mi trabajo. Estoy agradecido con eso y contento de haberlo podido hacer, pero siempre con miras, ojalá pronto, de que mi trabajo pudiera ser presentado más allá de Costa Rica. Me encantaría estar en otros lugares pero haciendo lo que estoy haciendo aquí, y eso es muy difícil.

Nombre: Hernán Jiménez
Edad: 28 años
Procedencia: Sabanilla

Trayectoria académica: American Academy of Dramatic Arts en Nueva York y la Escuela Nacional de Teatro de Canadá.

Producciones y proyectos: Doble llave y cadenas, Los justicieros, Hablando se entiende la gente, Al derecho y al revés, Una tarde cualquiera.

Proyecto actual: Largometraje "A ojos cerrados"