Un aula virtual para los cursos de periodismo de la UCR. Acá podremos aprender a ejercerlo, analizar casos y compartir experiencias.

15/4/08

JUDUCA vista detrás de las canchas

Las justas dejaron vivencias de hermandad entre atletas, organizadores y público. Yo viví los juegos dentro de la cancha, pero no jugué; a la par de la pista, pero no corrí; junto con los entrenadores, pero no supervisé. Estuve ahí, pero para que los que jugaron, corrieron y en fin los que vinieron desde toda Centroamérica, pudieran ser conocidos por todos ustedes. Aquí un relato de lo que nunca se vio en los medios sobre la preparación de los Juegos Deportivos Universitarios Centroamericanos y su desenlace.

Este era el primer momento que se organizaba un evento tan grande en la Universidad de Costa Rica. Los organizadores, desde meses atrás, habían estado preparándose para recibir a más de mil atletas de Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá que iban a participar en nueve disciplinas deportivas. Era mi primer acercamiento, también, a la cobertura de muchos eventos de este tipo.

Escuché hablar sobre los juegos centroamericanos alrededor de octubre, cuando estaban reclutando estudiantes para cubrirlos. Pero ya estaba equivocada desde el principio: no eran juegos universitarios, sino "Juegos Deportivos Universitarios Centroamericanos", mejor conocidos como JUDUCA, en su segunda edición. Y es que sólo omitir que son universitarios abarca una gran diferencia: de ahí a decir que no era Costa Rica la sede del evento, sino la Universidad de Costa Rica.

Un pequeño grupo de corresponsales de prensa se formó en la escuela de Comunicación Colectiva de la universidad, entusiasmados al igual que yo por incursionar en la cobertura deportiva. Sin embargo todo iba más allá que eso y desde la primera reunión del programa de voluntariado, con los miembros de la Oficina de Divulgación, nos lo hicieron ver claramente.

Los corresponsales de prensa trabajamos de la mano con muchos otros voluntarios que llegaron a ser edecanes y guías, y la historia era la misma: teníamos que ser verdaderos embajadores de la Universidad y casi implícitamente de nuestro país. Esto implicaba saber un poco de historia, de cultura, y en fin, velar por el interés institucional de que los hermanos y hermanas de Centroamérica se llevaran una buena impresión de la UCR y de los y las costarricenses.

Y la verdad es que mucha de esa información yo ni siquiera la conocía. ¿Yo, que ni siquiera me logro ubicar todavía en San José, iba a poder servir de guía para todos estos estudiantes? Parecía utópico…pero retador. No es tan sencillo como parece a primera vista: los reto a que recuerden en qué año se fundó la Universidad de Costa Rica. O en cuáles años lo hicieron las otras tres universidades públicas. O que manejen al dedillo cuáles son las capitales y las monedas de los países que participarían en los juegos.

En fin, teníamos que dar el ejemplo. Nada de andar descuidando el trabajo por ir a conocer a los deportistas, por ir a hablar de sus países, mucho menos llevarlos fuera del campus universitarios a lugares que no fueran las villas deportivas o sus residencias. Los juegos iban a ser rigurosos con el control, pero eso en realidad no impidió que pudiéramos conversar con muchísimos jóvenes y llegar a ver a Centroamérica a través de sus ojos.

Así nos preparamos durante un par de meses para entender cómo tenía que ser nuestro trabajo, al tiempo que los y las atletas costarricenses se preparaban también para dar lo mejor de sí en los juegos. En ese tiempo nos conocimos mejor en este grupo de corresponsales, al cual se unieron al final estudiantes de Educación Física, así como al equipo de prensa y protocolo que estaba liderando nuestra organización.

Para rematar con la ansiedad, JUDUCA se iba a llevar a cabo la segunda semana de clases, por lo que si normalmente se siente emoción por empezar el curso lectivo, este año era el doble sabiendo que nos esperaba bastante trabajo desde el puro inicio del semestre. Y todos estaban igual: si nosotros estábamos ansiosos, los organizadores también mostraban su agitación y peor estaban los estudiantes que iban a participar para defender los títulos de campeones en las diferentes disciplinas. Pero era una emoción bonita, después de todo: ¡es la tensión graciosa que nos hace movernos de un lado a otro cuando esperamos una fecha importante!

Días antes de que empezaran los juegos, en las instalaciones deportivas de la Universidad se empezaba a preparar la zona de competencias, atención médica, prensa e información. Inclusive, las mismas instalaciones se renovaron: desde la construcción de graderías para la pista sintética y el Estadio Ecológico, hasta las del gimnasio de piso sintético, además de las mejoras en las canchas y la piscina, fueron claramente visibles en los últimos meses. La Escuela de Educación Física fue la unidad base de cómputo, además de ser el centro de atención médica, organización y tener el puesto de información. Continuando el recorrido por el camino que fue señalado, desde Edufi bajamos al Salón Multiuso, el cual nos fue adjudicado a prensa: lo compartimos la Oficina de Divulgación y Canal 15, al tiempo que los periodistas de las radios universitarias y del Semanario podían usar las computadoras y solicitar los datos que ahí se manejaban extraoficialmente. Además, era nuestro centro de recibimiento para los periodistas de los medios de comunicación nacionales. Finalmente, en el último gimnasio estaba la sala de terapia física, en la cual tanto alumnos de esta carrera como sus profesores se encargaron de dar el debido tratamiento a los atletas lesionados.

Y si usted daba un pequeño recorrido alrededor de las instalaciones, en las zonas verdes, podía observar a muchachos y muchachas trabajando en la construcción de 'sintetizaciones de movimientos', a través de unos 600 metros de telas de colores, figurantes diferentes disciplinas deportivas: una salida en atletismo, una brazada de un nadador, la lucha de dos personas en judo.

Teresita Reyes, quien fuera la coordinadora del área sociocultural de los juegos, me dijo que precisamente este proyecto de embellecimiento, junto a otros que se realizaron conforme transcurrían las competencias, fueron pensados para que los estudiantes de las otras universidades fueran bienvenidos de una forma cálida a nuestro país, en el marco de la integración, la hermandad y la solidaridad. En resumidas cuentas, un chineo, como ella misma lo definió. Para eso se colocó una zona de feria, en la que había un recorrido por el cual la persona hacía primero una reflexión acerca de su autoestima, su salud mental, nutrición, sexualidad, estrés, después de la cual podía pasar a la parte de cuidado. En ella, un grupo de estudiantes de bellas artes se encargó de hacer peinados y cortes que los y las visitantes pedían, y un poco más al fondo se encontraban otros pinta-caritas que, con finos pinceles y pintura multicolor, decoraban los brazos y rostros de todos.

Cuando empezaron los juegos, a lo largo del campus se veían muchachas en grupo con los párpados y las frentes pintados de azul plateado, o muchachos con las banderas de sus países estampadas en los brazos. En la misma feria hubo ventas durante toda la semana y, mientras de un lado habían artesanías y peinados, del otro había un espacio para estimular la creatividad: bastó un puñado de camisas blancas y unos cuantos tarros de pintura, para que se extendiera una manta en el piso y todos los chicos y chicas se acostaran sobre ella a decorar sus camisas. "Jesús te amo", "Viva Honduras", "I love my sister" fueron algunas de las frases que se vieron en ellas.

Reyes me comentó que ella había escuchado muchas historias de los atletas: quienes nunca habían recibido un corte de pelo profesional en su vida, y que ahora se sentían muy bien consigo mismos y muy contentos. Eso me hizo reflexionar acerca de nuestra realidad centroamericana, en donde la pobreza y la violencia llegan hasta los jóvenes como nosotros. Detrás de los lindos uniformes azules, blancos, verdes, amarillos y negros que lucían los competidores se escondían historias de sacrificios, luchas y mucho esfuerzo tanto en sus hogares como en sus universidades, que poco a poco se fueron compensando con esta experiencia en armonía y que combinó lo sano del deporte con lo ameno del entretenimiento.

En fin, el ambiente era el mejor que podía esperarse: y finalmente los juegos dieron inicio. JUDUCA empezó con las competencias de fútbol, ajedrez, baloncesto, voleibol y futsal por la mañana, mientras se esperaba la tarde para la inauguración. Atletismo, Karate, judo y natación darían inicio en los siguientes días. Desde temprano había bastante gente en las instalaciones deportivas, y por la misma agitación del primer día se dieron algunos atrasos con los medios de transporte. Pero lo importante fue que se terminó bien la jornada, con expectativas de mejorar la siguiente.

El lunes 10, a las 3 de la tarde, salió la antorcha representativa de las olimpiadas y en nuestro caso de estas justas, desde las instalaciones de CONARE en Pavas hasta el campus de la UCR. Fue llevada por los mejores atletas de las universidades estatales de nuestro país y, aunque llegó a tiempo, la inauguración no fue tan puntual…en lugar de empezar a las 5 de la tarde, como previsto, las personas empezaron a llegar después al Estadio Ecológico y hasta los focos de luz que debían iluminar el acto se atrasaron. En fin, los atletas esperaron alrededor de hora y media afuera de la pista sintética de la Universidad.

Poco a poco los espectadores se acomodaron en las graderías y observaron el espectáculo desde lo alto. En un acto que empezó con el desfile La Chiza, la ardillita mascota oficial de los juegos, le siguió el de las delegaciones de cada país al tiempo que se hacía una breve reseña del mismo y continuó con la entonación del himno nacional de Costa Rica. Luego de las palabras de los organizadores y representantes de la UCR tuvo cabida el acto cultural, en el que los diferentes grupos de representación artística tomaron la tarima principal y en medio de música y baile ofrecieron un espectáculo de muy buena calidad. Lástima que, ya fuera porque habían partidos por jugar en la noche o porque otros debían descansar, poco a poco las delegaciones se fueron disipando y quedó solo un pequeño grupo de gente frente al escenario.

A lo largo de la semana, en cada disciplina se fue vislumbrando cuál equipo podía llegar a la final, quién iba a resultar ganador o cual iba a ser el campeón centroamericano en cada competencia. Mientras tanto, nosotros íbamos y veníamos de la sala de prensa, dando informes con los resultados y preparando las notas que servirían para comentar cada jornada deportiva.

Por un lado hubo competencia pero por otro hubo momentos de esparcimiento para quienes competían: gozaron de actividades culturales y de convivencias entre todos; incluso se dio la oportunidad para que muchos se conocieran y compartieran sus vivencias. Pude conversar con Cecilia Gutiérrez, atleta de la Universidad de San Carlos de Guatemala, quien me comentó que le gustó mucho el trato de las personas, además de la organización del evento y el todo le dio confianza en sí misma, a pesar de sentirse un poco nerviosa al ver sus rivales en atletismo. Efectivamente, ganó dos medallas de oro y una de plata…

A otros muchachos, como Marisol Galán de la Universidad de El Salvador, les pareció que se logró muy bien el objetivo de fomentar el centroamericanismo: me contó que los edecanes fueron quienes más le llamaron la atención, ya que los apoyaron y estuvieron junto a ellos, aunque estuvieran compitiendo contra sus compañeros de la UCR, y pudo hacer más amigos de otros países, en su misma disciplina, que aunque ya se habían visto en otras competencias, tuvieron la oportunidad de unirse por estar esta vez en la misma sede.

Detalles como el centro de atención médica, la sala de terapia física, la brigada de primera respuesta, ambulancias, póliza para los estudiantes, el balance nutricional de cada comida, la manipulación adecuada de los alimentos en cada residencia, el trato por parte de los voluntarios, la atención brindada en las instalaciones deportivas, los servicios de telefonía pública e Internet gratuitos y la asistencia en transporte fueron muy apreciados por los representantes de las universidades, tanto estudiantes como docentes y administrativos y, de acuerdo con varios atletas, dejaron en ellos una buena imagen de la atención que la Universidad de Costa Rica les pudo brindar.

Los campeones centroamericanos se definieron por disciplina, como comentó en el momento de la juramentación de los y las competidores ticos el vicerrector de vida estudiantil, Carlos Villalobos. No iba a hacerse la declaratoria de una sola universidad ganadora, porque con el solo hecho de participar, cada institución se llevaría el premio de haber contribuido a una formación integral de sus estudiantes.

De esta forma, los Juegos Deportivos Universitarios Centroamericanos, JUDUCA 2008, fueron literalmente un encuentro de culturas. No parece verdad cuando sabemos que hablamos el mismo idioma, que comemos los mismos alimentos o que somos de países vecinos. Pero cuando surge la oportunidad de verse cara a cara, de notar las diferencias en los acentos y de ver cómo es el deporte, la educación, la convivencia, la forma de ser y las costumbres de cada uno, es cuando es más comprensible esa rica diversidad de conforma Centroamérica, y cuando empieza a crearse un espacio de tolerancia y aprendizaje en cada uno.

La Universidad de Costa Rica dio un gran paso en la organización de eventos de esta magnitud, y quedó demostrado que, si bien hubo errores e imprevistos, una buena planificación puede dar las herramientas para trabajar adecuadamente en estas situaciones. No queda más que esperar la tercera edición de JUDUCA, a realizarse dentro de dos años en Honduras, con la sede de la Universidad Pedagógica. Seguro en esa ocasión, habrán otros tantos voluntarios y corresponsales de prensa, como yo, que se mostrarán entusiastas de poder atender y trabajar con personas de otros países, para conocerlos y aprender de ellos en esta linda experiencia de encuentros.



Cuadro "Campeones por disciplina-deportes individuales"

Disciplina

Ganador

Natación, rama femenina

Universidad de Costa Rica

Natación, rama masculina

Universidad de Panamá

Karate

Universidad de El Salvador

Judo

Universidad de El Salvador

Atletismo, rama femenina

Universidad Estatal a Distancia, Costa Rica

Atletismo, rama masculina

Universidad de San Carlos, Guatemala

Ajedrez, rama masculina

Universidad de El Salvador

Ajedrez, rama femenina

Universidad de Autónoma de Managua, Nicaragua


Cuadro "Campeones por disciplina-deportes colectivos"

Oro

Plata

Bronce

Fútbol, rama femenina

Universidad de Costa Rica

Universidad de El Salvador

Universidad Autónoma de Managua

Fútbol, rama masculina

Universidad de Costa Rica

Universidad Autónoma de Honduras

Universidad Pedagógica de Honduras

Baloncesto, rama femenina

Universidad San Carlos de Guatemala

Universidad de Costa Rica

Universidad de El Salvador

Baloncesto, rama masculina

Universidad de Belice

Universidad de Costa Rica

Universidad de Panamá

Futbol sala, rama femenina

Universidad Nacional de Costa Rica

Universidad de San Carlos de Guatemala

Universidad Autónoma de Honduras

Futbol sala, rama masculina

Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica

Universidad de Costa Rica

Universidad Pedagógica de Honduras

Voleibol, rama femenina

Universidad de Costa Rica

Universidad Nacional de Costa Rica

Universidad de Panamá

Voleibol, rama masculina

Universidad Estatal a Distancia

Universidad de Costa Rica

Universidad de Panamá


Caterina Elizondo

5 comentarios:

Joanna Nelson Ulloa. dijo...

Me parece que esta crónica está bien redactada en el tanto que nos muestra la vivencia de una periodista muy entusiasta, que se está iniciando en esa profesión y que nos quiere explicar detalladamente cuál fue su experiencia y preparación al cubrir los Juegos. No obstante, si recordamos que en Periodismo hay que pensar en los valores noticiosos y en los intereses del público, quizás (sin restarle importancia al enfoque que usted le dio a la crónica) hubiera sido más interesante interactuar con los deportistas, ahondar más en sus vivencias y no tanto en la de los periodistas al cubrir los Juegos. Asimismo, la incorporación del diálogo, la descripción de más detalles, habría completado más la crónica. No digo que esté mal, pero yo habría centrado el enfoque por otro lado. Pero, en realidad el enfoque lo define cada reportero, es cuestión de las prioridades que quiera evidenciar en su trabajo periodístico. Pero, hay que hacerse siempre estas preguntas (y esto me lo digo también a mí misma): ¿a quién le quiero llegar?, ¿a quién le importa lo que voy a publicar?,¿este enfoque es más pertinente para "x" público o este otro? Y así no nos perdemos.

Lucía dijo...

Mi opinión es que gracias a Dios, no es complaciente. Transmite emociones e informa sobre la organización. Sin embargo, me parece demasiado personal en algunas ocasiones, creo que lo mejor de una crónica es hacerle sentir al lector o a la lectora, que así como una lo vivió, él o ella lo pudo haber hecho. En la parte gramatical, creo que repetís muy seguido "en fin", que también es tu forma de ser pero "en fin", es solo una observación...

Andrea dijo...

Me parece muy entretenido el enfoque porque permite conocer muchas cosas que pasaron en eso juegos que solo podrían ser contadas por alguien que los vivió.
No me incomoda tanto el uso de la primera persona que usted hace, de hecho en algunas ocasiones siento que es muy necesario porque nos hace sentir lo que usted sintió, nos trasporta al lugar de los hechos, sin embargo en otras ocasiones sentí como que se enfocó mucho es usted y no tanto en lo que sucedió en los juegos.
Si creo que incluye mucha información en ocasiones redundante y eso hace que sea una crónica muy larga.

Andrea dijo...

Me parece muy entretenido el enfoque porque permite conocer muchas cosas que pasaron en eso juegos que solo podrían ser contadas por alguien que los vivió.
No me incomoda tanto el uso de la primera persona que usted hace, de hecho en algunas ocasiones siento que es muy necesario porque nos hace sentir lo que usted sintió, nos trasporta al lugar de los hechos, sin embargo en otras ocasiones sentí como que se enfocó mucho es usted y no tanto en lo que sucedió en los juegos.
Si creo que incluye mucha información en ocasiones redundante y eso hace que sea una crónica muy larga.

Jacqui Solano dijo...

Concuerdo totalmente con la profe, el uso de la primera persona siempre es delcado. La crónica está bien redactada, lleva buen hilo pero la primera persona puede chocar hasta cierto punto. Hay que pensar a quien va dirigido para determinar la relevencia, y esop puede justificar la elección.