Un aula virtual para los cursos de periodismo de la UCR. Acá podremos aprender a ejercerlo, analizar casos y compartir experiencias.

6/9/07

Comunicaciones privadas vs interés público

La información que revela esta semana el Semanario Universidad resulta muy oportuna para que reflexionemos sobre los temas vistos hasta ahora en clase. Interés público versus comunicaciones privadas de funcionarios públicos, derecho a la información, derecho del público a saber, potestad de la fuente para prohibir la divulgación de informaciones dadas on the record al medio... Sin duda esta noticia atizará el debate con miras al domingo 7, y nos dejará muchas versiones sobre el papel de los medios de comunicación en este proceso.
También este artículo de opinión de la directora de el Semanario en http://www.nacion.com/ln_ee/2007/septiembre/12/opinion1236722.html
Todo este tema nos debe llamar a reflexionar sobre la importancia de nuestra profesión, la responsabilidad que tenemos ante nuestro público y la forma de actuar pese a las presiones de fuentes políticas.

18 comentarios:

Mario dijo...

Estos son temas que deberían generar un constante debate entre periodistas.

Existe una corriente que podríamos considerar maquiavélica, en el buen sentido del término, según la cual el fin justifica los medios, y si la información es verdad, debe publicarse sin preocupación.

Hay otra que podríamos llamar legalista, según la cual el periodista debe mantener absoluto respeto a todas las normas y no publicar nada que una fuente le autorice expresamente.

Y hay una tercera que podemos denominar pragmática, que considera que los periodistas no están exentos de las leyes, pero justifica lo que para algunos son excesos (obtener un documento en forma ilegal, publicar un informe que no es oficial).

Tal vez el punto de partida debe ser el realismo, si hay información que perjudica a fuentes, pero es de interés público, hay que valorar la posibilidad de obtenerla por vías alternas (o publicarla, si se obtuvo y se constató su veracidad. Este es el punto clave: haber corroborado que es verdad)

No vivimos en un mundo de ángeles, sin que esto sea justificación para pretender que todos son demonios y que vale todo.
El periodismo debe ser responsable (esto es justificar lo que hace), pero esa responsabilidad es ante todo con el interés público.

Unknown dijo...

Como bien lo hemos visto en clase, ¿hasta dónde se marca (o marcamos) el límite del interés público?, si hiciéramos una lista de los temas que atraen a determinada población, todo sería de interés público.

El derecho que tiene el público a saber, es el mismo que tiene la fuente a prohibir su divulgación. Aunque debe de pensarse bien cómo lograr que una información sea confirmada por varias fuentes, obteniendo así el semáforo rojo o verde, como quieran verlo. Todo depende de la persectiva con que se mire la situación.

El referendo a realizarse el próximo domingo 7 es de interés público; las propagandas, marchas, noticias, informaciones, foros e incluso anuncios burlistas que giren entorno a este tema conforman parte de el mismo interés. Si uno envió una información a otro, si el gobierno está detrás de las campaña de la "S", si los de la "N" son unos rebeldes, si se fueron a tomar, si se cayeron, si se cagaron en la olla de leche...

El pueblo tiene derecho de acceder a la información pública, siempre y cuando ésta sea avalada y comprobada.

Otra excentricidad dijo...

No sin titubear un poquito, participo en el blog de esta semana, al fin y al cabo llegando a concordar con las conclusiones de (don?) Mario.

Definitivamente no me considero ser de la corriente maquiavélica mencionada anteriormente, sin embargo, creo que todos podemos encontrarnos en situaciones que realmente ponen en duda nuestra posición exacta con respecto a los legalismos. Quizás a veces sea necesario dejar torcernos los brazos un poco.

Con sumo respeto a la privacidad y la integridad de cada ser humano, también defiendo el derecho del pueblo de conocer la verdad. Generalmente me pregunto "¿si yo fuera ellos, me gustaría saberlo?" y aún más, aunque me gustara, “¿tengo derecho de saberlo?”

En varias ocasiones me he involucrado en algunas conversaciones con mi papá o con amigos acerca de la infidelidad. ¿Si alguien conocido es infiel, es mi derecho o aún mi responsabilidad informar a la pareja? A modo de consejo, mi papá me ha dicho que a veces es mejor no involucrarse. Y sin embargo ¿acaso no me gustaría a mí saber si me lo estuvieran haciendo a mí?

Al fin y al cabo, he llegado a la conclusión de que no hay una fórmula absoluta. Es decir, si es una persona muy allegada a mí, puede que sienta la necesidad de informarle. Pero a veces, cuando es alguien que no conozco muy bien, es mejor no meterme. Es decir, esa responsabilidad no me pertenece.

Y bien, ¿qué tiene que ver esto con el tema que estamos discutiendo? Creo que como periodistas, hasta cierto punto, hemos asumido la tarea difícil de convertirnos en ese “ser allegado” a quien le toca impartir las noticias, por más duras que puedan ser. Esto porque el público supone que le vamos a informar acerca de noticias de interés público.

De vuelta a la analogía, si bien puede ser necesario que yo informe acerca de algún hecho, existen métodos inapropiados de adquirir aquellas noticias. Por ejemplo, si yo veo al novio o la novia siendo infiel, por ejemplo, en un lugar público o por coincidencia entrando a un motel, realmente ha habido respeto hacia su integridad. Sin embargo, si yo “hackeo” su correo personal o planto un micrófono en su habitación o lo monitoreo por meses, todo con la esperanza de que lo atrape “metiendo la pata”, realmente estaría cruzando la línea.

Creo que si hay sospechas de comportamientos inapropiados, simplemente hay que hacer lo imposible por obtener información fidedigna sin violentar los derechos personales de los demás. Y por más tentador que pueda sonar decir, “pues, si se comporta así ni siquiera se merece ese respeto”, muchas veces no conocemos toda la historia.

Al fin y al cabo no creo que se pueda decir que el fin justifica los medios. A veces la línea entre lo ético y lo poco ético será muy borrosa y realmente hay que estudiar cada caso como se considere apropiado. En fin, no me gustaría que mis métodos de obtención de noticias sean tan dudosos como los métodos que utilizan los “investigados” para realizar su tarea, sea política o de otra índole.

Sofia dijo...

Como amy, no soy gran partidaria de la idea de que el fin justifca los medios y no creo en el prinicipio de "todo por una noticia", no si esto compromete mi ética como porfesional y la credibilidad ante mis lectores y el medio. Considero que los valores deben ser aplicados en todos los aspectos de nuestra vida, inlcusive en el hecho de si debo publicar una noticia o no. Si la búsqueda del bien común y la honestidad son practicados en mi trabajo periodístico aún cuando exponga documentos que algunos argumenten como "privados".
En este caso en particular me parece que lso periodistas no incurrieron en ninguna falta pues el documento no fue sustraído por ninguno de ellos, y aún así se preocuapron por verifcar que esta información fuera verdadera y apun cuando no se contaba con la autorización de los implicados para publicarlo (y seamos honestos quien la daría??), el derecho del público a conocer información verdadera prevalece.
SOFÍA

Sofia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Otra excentricidad dijo...

He discutido este tema a profundidad con muchas personas y profesionales en diferentes áreas, y realmente me he encontrado con la dificultad de comentar con claridad al respecto, principalmente porque aún no se sabe como se obtuvo la información. Es más, quizás nunca se llegue a saber por completo.

Opino que si alguien, dentro de la misma Casa Presidencial, se dio cuenta de que estaba ocurriendo algo inapropiado, no se puede calificar negativamente su decisión de enviar el memorando anónimo. Más bien, me alegraría bastante saber que la fidelidad a los gobernantes no interfirió con la decisión de esa persona de hacer el documento público. Se tomó como responsabilidad personal informar al pueblo costarricense de comportamientos censurables dentro del gobierno mismo.

Por otro lado, si lo que realmente sucedió fue que alguien ha estado hackeando el correo del Presidente y otras personas de altos rangos en el gobierno, en espera de algún correo incriminador, me parece mucho más reprensible el acto.

Creo que la indagación y la violación de la privacidad de cada persona es entendible cuando hay pruebas de algún tipo que justifiquen el acto. El problema es que no sabemos si eso fue lo que pasó. Por mi parte, no me gustaría verme dentro de unos 10 años como una profesional que atropella los derechos de todas las personas en búsqueda de la noticia.

Claro, en un caso que involucra el Estado, es más sencillo comprender el interés directo del público en el asunto, pero no siempre lo será así. Existen personas que se dedican a buscar los errores de los demás y esto me parece lastimoso.

Lo que pregunto es, en realidad Quién obtuvo la información? y Por qué se tomó la libertad de ingresar al correo del Presidente de la República? Alguien habrá dado un tip acerca del memorando? o el monitoreo de los correos se viene haciendo desde hace meses?

Estoy de acuerdo de que la información necesitaba salir a la luz pública. Y existen leyes que permiten violar la privacidad, como por ejemplo, cuando se sospecha de prostitución infantil, narcotráfico etc. Pero hubo indicios de que don Oscar estuviera cometiendo algún delito como para que se justificara que se violentara su privacidad? o Alguien ha estado buscando alguna falla, infiltrándose ilegalmente en su correo?

Son preguntas que no puedo responder. En fin, los que tienen que dormir en las noches con lo sucedido son los que divulgaron el memorando. Creo que ya dejé claro como me sentiría yo. Pero en la vida real, sólo ellos saben realmente lo que sucedió.

Otra excentricidad dijo...

Para los que son fanáticos de cine, les recomiendo ver una película que se llama “The Insider” protagonizada por Russell Crowe. Trata del famoso caso que se dio cuando un empleado de las tabacaleras le informó por secreto a un famoso periodista estadounidense acerca de los peligros del cigarro que se habían estado escondiendo por mucho tiempo. La historia del Dr. Jeffrey Wigand conocido como el “Whistle-blower” toca muchos temas polémicos en el periodismo, especialmente cuando se toma en cuenta la industria que estaba de por medio y el peligro que implicaba publicar la historia.

Es un caso de alguien que estaba “adentro” y que dio el tip a un periodista. Un poco como lo que mencionaba en el la entrada anterior. El periodista indagó por información que recibió, no por estar violando la privacidad de alguien sin motivo alguno. En fin, es una película excelente y mas para nosotros como estudiantes de periodismo.

Jacqui Solano dijo...

Si algo he aprendido en este curso, es que ser periodista, no es nada sencillo. Realmente la profesión tienene gran exigencia.


Hay que tener tanto, tanto cuidado. Una de las mayores preocupaciones y que hemos debatido a lo largo del curso es qué puede y qué no puede ser un periodista.

Bueno, aunque ser periodista está lejos de ser un juego, y lo he dejado claro, para el si aplican reglas... las reglas del juego, es decir, lo que dice la academia y demás disciplinas que mantienen el orden en su ejecución..


Bueno, lo fundamental es saber que nosotros trabajamos entorno al intereés público. Nos formamos para denunciar e informar de la menaera más precisa y en lo momento adecuado todo aquello que interfiera en el quehacer cultural de la mayoría.

Partiendo de esa premisa, coincido con el pronunciamiento del Colegio de Periodistas y de la Diresctora del Semanario, con respecto al caso en boga.


Sin duda no estoy de acuerdo con que se violente la propiedad privada de nadie. Pero en realidad, hay que ver las cosas como son, yo creo que tanto Lorna como el otro periodista hicieron lo que un periodista debe hacer. Primero no aplicaron "mano negra" para sustraer la información, y si así fuese, los mismos se encargaron de corroborarla.

Doy mi voto a favor por el periodismo investigativo, este constituye un gran aporte en el desarrollo social. Tan solo hay que seguir las reglas y recordar para quien se ejerce la profesión

Jacqui Solano dijo...

La verdad, es que este tema da para rato....

Me quede pensando en una frase que uilizó Amy que parafraseada decía algo así: no quiero verme en un futuro como una periodista que atropella los derechos en pro de una noticia.

Es común escuchar la comparación de "sapos" cuando se refieren alos periodistas, "mas metidos" dirán algunos.

Si hacer lo correcto solo para beneficio propio, en ocasiones se torna complicado, ahora imaginese cuando es para el beenficio de la mayoría.

Para mi un periodista no se puede perder sus cavales,y asobre pasar los limites solo por una notiica, lo que bien han llamdo el fin justifica los medios. La verdad es que no aplica.

Si hay que denunciar, si hay que informar ...si pero bajo los parametros legales.

Ahora, para mi la mejor opción en caso de que fuentes revelen información trascendental, pero talvez no haya sido obtenida de la mejor forma, la vía es corroborar, investigar, investigar y publicarlo hasta que se hayan agotado todas las opciones para hacerlo de la mejor manera.

¿Quien dijo que el periodismo era andar de farándulero de fiesta en fiesta? No muchach@s, si hay pasión hay que trabajar

Benjamín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Benjamín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Benjamín dijo...

Mucho se ha hablado (escrito) sobre el interés público en el caso del famoso memo redactado por el (¿ex?) Minsitro de Planificación Casas y el Diputado Sánchez. Pero, a todo esto… ¿qué falló? Bueno, una pequeña crónica de horrores nos puede ayudar a interpretar todo el rollo:

1. Pensar lo que se escribe. El sólo hecho de pensar lo manifestado en el memo es una barbaridad, aún cuando los “acusados” se hayan disculpado a medias y se excusaran bajo la presión del último debate contra Eugenio Trejos, no es justificable.
2. Admitir on the record la existencia y autoría del memo en la entrevista del Semanario U y luego LLAMAR PARA PEDIR QUE NO SE PUBLICARA. No hay que sacar un doctorado en Oxford para entender que eso es una amenaza conta la libertad de expresión.
3. Declarar en primera instancia que eran comunicaciones privadas protegidas por derecho constitucional, cuando todo (o casi todo) lo que ellos digan o hagan es de interés público (de todos modos… ya para qué si el tamal estaba súper destapado).

En todo caso., si la discusión es sobre el miedo… ambos bandos lo han utilizado. El memo es una demostración de ello tal y como lo han sido en otros momentos manifestaciones del No, lo grave es que son dos funcionarios del más alto rango y muy cercanos a Rodrigo y Oscar Arias.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Hablando de enfoques y seguimiento, creo que es importante analizar las diferentes noticias que salieron publicadas en relacion con el Memorandum...

El derecho a la información de interés público creo que no se limita únicamente a la simple tenencia del derecho, sino a la forma y calidad en la cual nos transmiten dicha información.

Lean entre lineas y saquen sus propias conclusiones de cada una.

Distintos enfoques, diferentes medios, un mismo tema...

http://www.semanario.ucr.ac.cr/
pais/articulos.htm#a2

http://www.prensalibre.co.cr/
2007/setiembre/07/nacionales07.php

http://lacarretica.com/noticias/
leernoticianac.asp?ID=14268&Sec=
Nacionales

http://www.nacion.com/ln_ee/2007/
septiembre/07/pais1231375.html

http://www.diarioextra.com/2007/
setiembre/07/nacionales07.php

http://www.radioeco.com/#

http://www.aldia.co.cr/hoy/
ultimahora1232465.html

Además les agrego el pronunciamiento del Colegio de Periodistas sobre el caso. Me parece sustancial rescatar dos frases para la reflexión:

"Resaltar, una vez más, la trascendencia que tiene para la vida del país y para la transparencia de sus instituciones y de los actos de los funcionarios públicos, el ejercicio de un periodismo serio, riguroso y valiente."

"Reiterar nuestro llamado a todos los medios de comunicación y a los periodistas para que, mediante el cumplimiento responsable de su misión social, garanticen a la ciudadanía el equilibrio informativo al que aspira con todo derecho."

Creo que las frases hablan por sí solas. Igualmente les pongo el link por si quieren leer el documento completo.

http://www.colper.or.cr/
comunicados/memo_acuerdojd.htm


Por último, hoy salió publicado en el diario La Nacion otra respuesta de la Directora del Semanario a la columna de Don Julio Rodriguez.

Dos cosas me parecieron importantes: El deber de todo periodista de dar seguimiento y defender sus posturas cuando se crea que está siendo irrespetados o violentados en este sentido. Hay que dar pelea y no quedarse callado.

Luego, quiero destacar el reconocimiento que hace Laura Martínez al Semanario. El creer en el medio para cual se trabaja y su labor es fundamental para cualquier periodista. Da carácter, respeto y credibilidad.

Ahi esta por si quieren leerlo...

http://nacion.com/ln_ee/2007/
septiembre/19/opinion1245139.html

Unknown dijo...

Así como lo anunció IPLEX, que cualquier documento que sea de interés público debe ser conocido por la ciudadanía, deben de caracterizarse todos los asuntos que competen al gobierno. Es decir, que la mayoría de cuestiones que se tratan son de interés público y por ello es que no debe de ocultarse o prohibirse su divulgación.

Ahora bien, creo que una noticia o mejor dicho un suceso como desata entre las personas cierta inseguridad y temor por la forma en que actúa el gobierno. Es tanta la incredulidad que se ha tomado, que recientemente el mismo Casas ha renunciado a su puesto para desligarse del accionar gubernamental.

Pero, por qué lo pensó tanto?, por qué no hubo una decisión por parte del presidente que lo obligue o por lo menos lo inste a separarse de su cargo?, se van a desatar más conflictos de este tipo?

Creo que la verdad apenas asoma una pequeña parte de contenido a la luz pública y que de vez en cuando conocer varios datos personales de los funcionarios públicos no es debido en un país donde hay privacidad en la vida individual de cada uno.

Sin embargo, someterse en un medio personal para descubrir anomalías en el sistema democrático y legal de nuestro país debe de estar ante todo lo que confiera los asuntos de interés público.

Lucía dijo...

Bueno, gracias a Dios y a las presiones sociales y políticas en torno al memorando de Casas y Sánchez, ya el primero renunció a su cargo público y parece que Sánchez va en el mismo rumbo, al menos se está separando de ciertas comisiones.

Yo lo veo muy fácil, el memorando sin duda alguna era de interés público, un documento de circulación entre funcionarios públicos, electos “vía democrática” por el pueblo costarricense. Por tanto, era deber explícito de la prensa divulgarlo, afortunadamente Universidad no titubeó ante su publicación.

Afortunadamente, aún hay un pueblo que cree en la libertad, es más que exige la libertad, y cree que aún hay un sector de la prensa que no se deja ni vender ni comprar por los dólares de un mal llamado “tratado de libre comercio”.

Totalmente plausible que el semanario Universidad se atreviera, no por dudar en su momento de si era público o no el documento, sino por las repercusiones políticas que sobre el mismo periódico puede haber, como el hecho que se dio a conocer de que a uno de sus periodistas le robaron un maletín donde estaba la grabación de Sánchez en donde aceptaba su culpabilidad, dichosamente tenían copias de la misma en el semanario.

Lo anterior demuestra el recelo que deben de tener desde que dieron a conocer la noticia, supongo que deben tener toda la información, pruebas y fuentes en total discreción, tal y como lo amerita un caso así.

Lucía dijo...

Bueno, gracias a Dios y a las presiones sociales y políticas en torno al memorando de Casas y Sánchez, ya el primero renunció a su cargo público y parece que Sánchez va en el mismo rumbo, al menos se está separando de ciertas comisiones.

Yo lo veo muy fácil, el memorando sin duda alguna era de interés público, un documento de circulación entre funcionarios públicos, electos “vía democrática” por el pueblo costarricense. Por tanto, era deber explícito de la prensa divulgarlo, afortunadamente Universidad no titubeó ante su publicación.

Afortunadamente, aún hay un pueblo que cree en la libertad, es más que exige la libertad, y cree que aún hay un sector de la prensa que no se deja ni vender ni comprar por los dólares de un mal llamado “tratado de libre comercio”.

Totalmente plausible que el semanario Universidad se atreviera, no por dudar en su momento de si era público o no el documento, sino por las repercusiones políticas que sobre el mismo periódico puede haber, como el hecho que se dio a conocer de que a uno de sus periodistas le robaron un maletín donde estaba la grabación de Sánchez en donde aceptaba su culpabilidad, dichosamente tenían copias de la misma en el semanario.

Lo anterior demuestra el recelo que deben de tener desde que dieron a conocer la noticia, supongo que deben tener toda la información, pruebas y fuentes en total discreción, tal y como lo amerita un caso así.

meli dijo...

Qué dificil es definir realmente lo que le interesa al público, ya que este es muy amplio. Y las cosas se complican todavía más cuando entran en juego aspectos como la privacidad de documentos y la ética del profesional.

En este caso, me parece que no se incurrió en ninguna falta ya que el documento fue el que llegó a manos del semanario, además de que quienes lo publicaron se preocuparon por su verificación.

Además, me parece que el pueblo tiene derecho de estar al tanto de este tipo de información, ya que nos encontramos de cara a una decisión de suma importancia para el país, y la población debe informarse lo más posible para formar su criterio y emitir la mejor elección.