Un aula virtual para los cursos de periodismo de la UCR. Acá podremos aprender a ejercerlo, analizar casos y compartir experiencias.

11/9/07

Seductores de la prensa

La ética del periodismo está siendo alterada por unos cuantos “lujos” que se toman los profesionales en comunicación. Los regalos, los viajes, las cenas y las seductoras ofertas que llueven para terminar creando un conflicto de interés que afectan directamente el medio para el que trabajan. Por esto, las empresas mediáticas han desarrollado códigos de ética, de los cuales los periodistas se afianzan para definir si aceptan o no las seducciones.

¿Considera usted que un profesional puede recibir regalos de una fuente y cumplir con la publicación de información veraz, oportuna, ética, imparcial y acorde a los intereses del público?

13 comentarios:

Otra excentricidad dijo...

Creo que no es imposible realizar un reporteo neutral y veraz al recibir regalos y otras "seducciones oportunas" de las fuentes, sin embargo, esto se vuelve mucho más difícil.

Considero que por lo general, es preferible evitar estas situaciones. Al rechazar premios y regalos nos ayudamos a mantener la parcialidad y a evitar suposiciones ajenas acerca del propósito o la funcón que cumplen las mismas.

En fin, cuando en duda, mejor digamos que no. Intentemos simplificar esta profesión, de por sí tan complicada, rechazando obsequios que se pueden interpretar como sobornos y poner en juego nuestra credibilidad.

Jacqui Solano dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
--Cate dijo...

Así como conversábamos el día de la exposición de Alexandra y Benjamín, este tema es un poco delicado. Reflexionando mejor sus enseñanzas y relacionándolo con la pregunta de Lucía y Pilar de hoy, creo que no es justo (ético?) que periodistas reciban regalos por publicar información que no fue hecha por ellos o por lo menos con determinada intención. Creo que por la misma razón por la que no sería justo (ni ético entonces!) que un político reciba dinero, "regalos" o "premios" por haber efectuado algún trámite respondiendo a intereses de otros, como sucedió con el caso de la Caja, ya renombrado. Es necesario recordar los propios valores y el código de ética de nuestro trabajo, ya que de ahí tendremos una opinión más crítica acerca de nuestras acciones. Además, creo que lo importante es no esconder nada; si estamos seguros de hacer algo "legal", entonces ¿para qué hacer algo a escondidas de los demás? ¿Qué habría que temer? Esto tal vez pueda guiar nuestras acciones...

Nati Suárez dijo...

Creo que aunque se haga un esfuerzo por recibir un regalo y al mismo tiempo querer cumplir con el público dándole una información veraz y ética, no es posible del todo.

Es decir, yo no me considero capaz de ser objetiva completamente cuando recibo incentivos por parte de la fuente.

El recibirlo o no es una decisión que debe tomar cada periodista. El factor que debe estar presente a la hora de tomar la decisión es el interés público y la veracidad de la noticia.

Simone dijo...

Depende..creo que en cierta medida si, pero todo con su debido limite.
Si las empresas disponen de códigos de ética, entonces lo mejor es que el profesional en comunicación se apegue a ellas y actué dentro de las medidas establecidas, para no tener futuros conflictos laborales, morales u éticos.

Mariela Araya dijo...

En mi humilde criterio creo que es difícil llevar a cabo un periodismo ético y objetivo si se aceptan los regalos de las fuentes, pues en cierto momento se pueden dar los favoritismos o complacencias. El profesional puede marcar una línea divisoria de la objetividad, pero es complicado.
Creo que es mejor que el profesional se abstenga de recibir regalías que puedan afectar la información.

Andrea dijo...

Creo que nada es imposible, sin embargo creo que si es bastante dificil que si el periodista empieza a recibir regalos de la fuenta pueda seguir manteniendo la ética y dando una información veraz.

El simple hecho de que se acepte el regalo trae muchas consecuencias ya que aunque el regalo no manipule al periodista la fuente si lo puede ver de esta manera y puede asumir que con esto el periodista este comprometido y tenga que aceptar imposiciones que la fuente quiera hacer.

Es muy dificil cuando hay intereses de por medio que se pueda cumplir con una correcta labor periosdistica. Hay que tener en cuenta que esto depende mucho de los valores y de la ética ya que al aceptar un regalo el periodista puede sentir que le debe algo a la fuente y solo por esto acepte las condiciones que este le ponga.

En resumen cuando se empiezan a dar regalos es mejor aclarar la situación porque sino puede ocacionar graves problemas tanto al periodista como al medio

Unknown dijo...

Es totalmente factible recibir un regalo y seguir publicando información veraz y consistente. Eso si, el hecho de recibirlo no debería en ningún nivel ir en detrimento de la calidad de información que un periodista publique. Como bien se menciona en la entrada del blog, existen códigos de ética creados por los medios de comunicación para evitar esta tipo de abusos.

Ahora bien, habría que analizar: ¿Qué tipo de regalo me están dando? y ¿cuál es la intención dentrás del mismo?

Se trata de no dejarse manipular, pues resulta muy fácil ser seducido por algunos. Sin embargo, debe tenerse muy claro cuál es el mensaje que estoy dando yo como periodista cuando acepto el regalo. Si en alguna medida, mi credibilidad o la del medio puede verse perjudicada pues no debería aceptar regalo alguno.

Alexandra

Jacqui Solano dijo...

La Academia dice.....


La fuente no es mi amigo, tan solo es mi fuente.


En la práctica, los periodistas enfrentamos este dilema, pues al final cualquier persona puede ser una fuente potencial, en determinado momento.

¿Qué hacer?


Lo óptimo es evitar relaciones cercanas con la fuente, entiendase amistosa. Ahora, si no es posible, una opción es traspasar la fuente a un colega, (obviamente hablamos del mismo medio)y si eso no se puede, entonces se debe mantener la veracidad,y siempre ser imparcial.

Por tanto, cada periodista debe analizarse, por ejemplo si el periodista siente que recibir regalos no interfiere en lo que va a decir no hay mayor problema, lo que pasa esto es bastante dificil, asi que mejor evitar!!!!

Joanna Nelson Ulloa. dijo...

No, no es posible. Me parece que eso es una “sinvergüenzada”, una completa falta de profesionalismo, puesto que al hacer eso el periodista está dejando de lado su papel como mero transmisor de información para convertirse en un eslabón más en la cadena que entretejen las empresas para promocionar sus intereses comerciales.
Si cometemos la desfachatez de aceptar un regalo, en un futuro seremos capaces hasta de aceptar un soborno o quién sabe qué solamente para satisfacer un deseo material.
Lo que quiero decir es que al asumir este tipo de actitudes se está desvirtuando la verdadera esencia del Periodismo, lo cual es censurable y radicalmente opuesto a la supuesta ética con la que nos comprometimos al momento de cursar esta carrera.

Benjamín dijo...

Hay diferentes tendencias ante el hecho real de que algunas fuentes tratan de comprar "noticas positivas" con "regalitos" a periodistas. Por un lado, hay quienes creen que de la fuente no se debe recibir nada a cambio más que la información necesaria para realizar la labor periodística. Los menos conservadores, piensan que los regalos no les afectan su juicio profesional.
Personalmente me ubico más cerca de la tendencia conservadora. Los periodistas no deben recibir regalos de las fuentes pero existen algunas excepciones. Estas se presentan cuando el valor (monetario) de este regalo es mínimo y su dádiva sea con el único fin de mejorar la calidad informativa del reportaje es válido. Cuando el bien regalado es de un alto valor monetario y no es relacionado con el trabajo en si, existe un problema ético evidente y se ofende a la profesión.

Al final, cada quien actuará de acuerdo a sus creencias y valores.

Meli dijo...

En lo personal me parece que un buen periodista debe abstenerse de recibir regalos por parte de sus fuentes, ya que a la hora de buscar cualquier información, el profesional se encuentra simplemente haciendo su trabajo y no esperando recibir presentes a cambio.

Me parece que se debe evitar recibir este tipo de premios por parte de la fuente, ya que esto nos da mayor credibilidad y nos ayuda a realizar nuestro trabajo con mayor confianza en nosotros mismos.

Esto obviamente queda a decisión del periodista, ya que entra mucho en juego su moral y su ética, aunque recalco que en lo personal, me parece que estos regalos pueden comprometer al periodista en una situación hasta incómoda

Lucía dijo...

Siempre hay que pensar en el propósito que tiene la fuente de hacer este tipo de ofrecimiento, así como lo que hay detrás del mismo.

Puede ser que tan solo sea una cortesía que se dio o que sea una "compra de periodistas". Me inclino a pensar que regalos de poco valor como lapiceros,jarras u otros accesorios, no está mal aceptarlos, son solo utilidades y nada más.

Pero el problema es cuando son objetos de un valor elevado y se sabe que las intenciones de la fiente son sospechosos y nos harán sentir comprometidos con la misma; este tipo de regalos debe influir de alguna manera en la opinión del periodista.

Considero que la mejor manera es apegarse al código del medio para el que se trabaja, si es que lo hay. Y, si se recibe un regalo personal, lo mejor sería valorar sus precio y si podría o no influir en la información a publicar.